Si están a punto de darle la bienvenida al mundo a su pequeño, sin duda se preguntarán cómo empezar con lo más básico, como la hora del baño. Esta es una magnífica oportunidad para estrechar lazos con su bebé y familiarizarlo con las relajantes sensaciones del agua caliente sobre su piel. Así que, antes de dar el paso, te invitamos a echar un vistazo a nuestros consejos y sugerencias, para que se sientan seguros y se diviertan a la hora del baño.
¿Cuándo hay que bañar al bebé por primera vez?
No hay ninguna regla estricta. Las recomendaciones han cambiado en los últimos años y, en la actualidad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja esperar al menos 24 horas después del parto para bañar a tu bebé1.
Bañarlo demasiado pronto después del nacimiento puede interrumpir el contacto vital piel con piel. También puede repercutir en el éxito de la lactancia, ya que un estudio demostró un aumento significativo de éxito cuando el primer baño del bebé se retrasó al menos 12 horas2.
La resequedad de la piel también puede ser un motivo para postergar el primer baño. Cuando tu bebé nazca, probablemente notarás que está cubierto de una sustancia blanca y cerosa llamada vérnix, que actúa como un humectante natural. La Asociación Americana de Pediatría recomienda dejarla en la piel del recién nacido durante algún tiempo, para ayudar a prevenir la resequedad1.
Una vez en casa, la frecuencia con la que bañes a tu bebé dependerá de ti. Los bebés no sudan y, siempre que les cambies el pañal con regularidad, probablemente no necesiten más que un baño cada pocos días2.
Aspectos básicos del primer baño regular.
Cuando estés preparada para bañar a tu bebé por primera vez, estos pasos te ayudarán a que todo salga lo mejor posible. Es aconsejable limitar los primeros baños a unos pocos minutos, ya que será una experiencia nueva para tu bebé y es posible que se sienta un poco incómodo al principio3.
Elige una bañera adecuada
Si decides comprar una bañera especial para tu bebé, elige una que cumpla con los estándares de seguridad. Si no tienes una bañera específicamente diseñada para bebés, un lavabo puede ser adecuado, pero presta atención a cualquier posible riesgo para la seguridad de tu pequeño, como grifos o una superficie resbaladiza3.
Mantén a tu bebé cómodo dentro y fuera del agua
Una vez que hayas desvestido a tu bebé, mételo en el agua para que no sienta frío. Asegúrate de sostener su cabeza con una mano y utiliza la otra para sumergir su cuerpo en el agua3.
Mantente alerta
Eso significa tener todo lo que necesitas a la mano, de modo que puedas sostener a tu bebé en todo momento, para reducir cualquier riesgo de que se ahogue3.
Comprueba la temperatura del agua
Llena la bañera del bebé con unos cuantos centímetros de agua caliente y comprueba la temperatura con la parte interior de tu muñeca. Abre siempre la llave del agua fría primero y ciérrala al final, para evitar que tú o tu bebé se quemen3.
Elige productos de limpieza adecuados para el bebé
Utiliza solo un poco de jabón si es necesario, y elige un limpiador o jabón recomendado por el pediatra, ya que algunos productos pueden resecar o irritar la piel del bebé3.
Hazlo con suavidad
Toma un paño o una esponja y limpia suavemente la cara y el cabello de tu bebé, bajando por el cuerpo de la cabeza a los pies. Procura evitar que le entre jabón en los ojos; de ser así, toma un paño limpio y húmedo para limpiarlo suavemente3.
Seca a tu bebé
Una vez terminado el baño, envuelve a tu bebé en una toalla en cuanto lo saques del agua. Sécale suavemente el cuerpo, prestando especial atención a los pliegues, como el cuello y la zona de las axilas, donde cualquier residuo de humedad puede causarle irritación en la piel3.
¿Qué pasa si el cordón umbilical de tu bebé aún no se ha caído?
Sería recomendable bañar al bebé únicamente con una esponja (limpiando solo algunas zonas, en lugar de sumergirlo en el agua). Los muñones del cordón umbilical suelen caerse en las dos primeras semanas después del nacimiento, pero consulta a tu médico si hay algún problema3.
Un baño con esponja es como un baño normal, salvo que no metes a tu bebé en el agua. Prepara la zona para el baño con un recipiente con agua, una esponja o paño y una toalla seca. Acuesta a tu bebé en una superficie plana (el cambiador puede ser útil) y mantenlo caliente y cómodo con una toalla adicional bajo su cuerpo3.
Limpia a tu bebé de arriba a abajo. Empieza por la cara y desciende hasta la zona del pañal, asegurándote de enjuagar y escurrir el paño con regularidad. Concéntrate en la limpieza de los pliegues, como el cuello y la zona genital3.
Recuerda que, al principio, tu bebé puede sentirse un poco inseguro a la hora del baño. Puedes tranquilizarlo con tu voz, y echarle agua suavemente sobre el cuerpo para que disfrute la sensación de calor. Una vez que te sientas más segura, el baño puede convertirse rápidamente en una parte importante de su rutina antes de dormir, ayudando a tu bebé a relajarse y a prepararse para el sueño. Así que tómate las cosas con calma e intenta disfrutar de la diversión.
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Referencias:
Healthy Children. Bathing your newborn. Disponible en: https://www.healthychildren.org/Spanish/ages-stages/baby/bathing-skin-care/Paginas/bathing-your-newborn.aspx (acceso 23.02.2021)
Nemours Kids Health. A Guide for First-Time Parents. Disponible en: https://kidshealth.org/en/parents/guide-parents.html?ref=search (Acceso 23.02.2021)
Nemours Kids Health. A Guide for First-Time Parents. Disponible en: https://kidshealth.org/en/parents/guide-parents.html?ref=search (Acceso 23.02.2021)
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