Una de las cosas que mejor hacen los bebés cuando no están durmiendo, comiendo o sonriendo es llorar. El llanto es el medio de comunicación de los bebés, por el que nos hacen saber si tienen hambre, están cansados, necesitan un cambio de pañal, se sienten incómodos o aburridos, o sencillamente quieren que les demos mimos1. Pero algunos bebés lloran más alto y durante más tiempo que otros sin razón aparente.

¿Qué es el cólico del lactante?

Hasta un 30 % de los bebés sufren del cólico del lactante2, un patrón de comportamiento de llanto excesivo sin causa aparente. Los episodios tienden a seguir esta pauta: llanto durante más de 3 horas al día (generalmente por la noche), más de 3 días a la semana y durante más de 3 semanas3.

Si tu bebé sufre cólicos, puede que encoja las piernas hacia la barriga, arquee la espalda, ponga rígidos los brazos y las piernas, ventosee y tenga el abdomen tenso e hinchado. Estos comportamientos unidos a un llanto inconsolable suelen empezar pocas semanas después del nacimiento y afortunadamente terminan de forma espontánea a los 4 o 6 meses de edad4.

Cólico y alergia a la proteína de la leche de vaca

El cólico es un posible síntoma de alergia a la proteína de la leche de vaca. Los síntomas son similares a los del cólico del lactante pero se presentan como una reacción de entre unas horas y unos días después de consumir proteínas de leche de vaca5. Los bebés con alergia a la proteína de la leche de vaca pueden presentar diversos síntomas, uno de los cuales puede ser cólico5,6. Otros síntomas son reacciones cutáneas y síntomas similares a los de la rinitis.

¿Qué más puede provocar cólicos?

Los expertos no saben con exactitud qué provoca los cólicos del lactante ni por qué algunos bebés los sufren y otros no. Existen varias teorías, además de la que dice que el cólico podría estar causado por la sensibilidad a las proteínas de la leche. Estas teorías incluyen la indigestión o la retención de gases, o que el cólico es una forma extrema de llanto normal4. El cólico también se puede asociar al reflujo del bebé (reflujo gastroesofágico o ERGE)7.

¿Qué puedo hacer para aliviar a mi bebé si tiene cólicos?

Los siguientes métodos pueden ayudar a aliviar a tu bebé si tiene cólicos. Recuerda que cada bebé responde de forma distinta, por lo que quizá tengas que probar varias técnicas para encontrar la idónea para el tuyo

  • Envuelve a tu bebé en una manta grande y fina para que se sienta más seguro y reviva la sensación de estar en el vientre. Pide a tu médico o enfermera que te enseñe a envolver a tu bebé para que no se pueda retorcer.
  • Lleva al bebé en un portabebés colgado en tu pecho mientras caminas. El contacto y el movimiento pueden calmarle. Para facilitar la expulsión de gases, pon a tu bebé al bebé boca abajo sobre tus rodillas mientras le frotas suavemente la espalda.
  • Los movimientos repetitivos y rítmicos son relajantes. Acuna a tu bebé mientras te balanceas en una silla o prueba con un columpio o una silla infantil con vibrador.
  • Recrea las condiciones tranquilizadoras del útero con música suave, una máquina de ruido blanco, un ventilador o la grabación acústica de los latidos del corazón.
  • Ayuda a tu bebé a encontrarse la mano o los pulgares para que los chupe.
  • Dale un masaje al bebé. A los bebés les encanta el contacto piel contra piel y los estudios indican que los bebés que reciben más masajes lloran y se quejan menos. Pide a tu médico información sobre clases para aprender a dar masajes a un bebé.
  • Mantén tu alimentación habitual y síguele dando leche materna, si tu bebé está tomando formula infantil algunos médicos recomiendan el uso fórmulas con la proteína parcialmente hidrolizada (Confort) reducidas en lactosa sin embargo si el cólico persiste o es intenso podrían recomendarte usar formulas hipoalergenicas.

Si los cólicos de tu bebé son persistentes, no consigues calmarlos o te preocupa su salud, consulta con tu médico para que te ayude a averiguar la causa que le provocan los cólicos a tu hijo y te oriente sobre el mejor opción de tratamiento.

Cólico y alergia a la proteína de la leche de vaca

Los bebés con alergia a la proteína de la leche de vaca pueden presentar diversos síntomas, uno de los cuales puede ser cólico5.

Los síntomas son similares a los del cólico del lactante pero se presentan como una reacción de entre unas horas y unos días después de consumir proteínas de leche de vaca5,6. Otros síntomas son reacciones cutáneas y síntomas similares a los de la rinitis.

Bibliografía

1. NHS Choices. Soothing a crying baby www.nhs.uk/conditions/pregnancy-and-baby/soothing-crying-baby/ (consultado en febrero de 2018).
2. Patient. Baby colic https://patient.info/health/baby-colic-leaflet (consultado en octubre de 2017).
3. Vandenplas Y et al. Arch Dis Child. 2007;92(10):902-908.
4. NHS Choices. Colic. www.nhs.uk/Conditions/Colic/Pages/Introduction.aspx (consultado en agosto de 2017).
5. Venter C et al. Clin Trans Allergy 2017;7:26.
6. Koletzko S et al. J Pediatr Gastroenterol Nutr 2012;55:221-229.
7. Fiocchi A et al. World Allergy Organ J 2010;3:57-161.
8.- Berseth CL, et al Clinical Pediatrics 2009;48(1):58-65.
9.- Vandenplas Y, et al Acta Pædiatrica 2015;104:449–457.
 
 
 
 
 
 

La leche materna es el mejor alimento para los lactantes y debe ser la opción preferida siempre que sea posible. La lactancia materna contribuye con la salud y con una nutrición que estimula el crecimiento y desarrollo saludable del niño. A una madre puede resultarle muy difícil revertir su decisión de alimentar a su hijo con preparaciones para lactantes. La alimentación parcial con preparaciones puede dificultar el comienzo de la lactancia materna. La lactancia materna impone exigencias dietarías adicionales a las madres que están dirigidas a asegurar una calidad y cantidad adecuadas de leche para sus bebés. Las preparaciones para lactantes, cuando son utilizadas debidamente, proporcionan una alternativa saludable y nutritiva para la leche materna. La preparación incorrecta y el almacenamiento deficiente de las preparaciones pueden ocasionar peligros para la salud y causarle al niño desnutrición o enfermedades; por consiguiente, lea y siga cuidadosamente las instrucciones de preparación y almacenamiento. Al decidir cómo alimentar a su bebé, siempre siga el consejo profesional y tome en cuenta el costo de las preparaciones.